2.- LOS INTERESES HISTÓRICOS DE LA CLASE OBRERA

Los intereses históricos de la clase obrera, como clase desposeída de toda forma de propiedad sobre los medios de producción, son los que se refieren a la necesidad de acabar definitivamente con el régimen de explotación capitalista.

La tarea histórica del proletariado consiste en la conquista del poder, encabezando a toda la nación oprimida (las demás clases pequeño propietarias o comunitarias oprimidas), para implantar una nueva sociedad asentada en la propiedad social de los medios de producción.

En Bolivia, el proletariado minero se ha constituido en la vanguardia revolucionaria de toda la nación oprimida.  Corresponde retornar la línea política proletaria expresada en la Tesis de Pulacayo, la Tesis del IV Congreso de la COB de 1970 (deformada en su esencia por la Tesis del XV Congreso de la COB de 2011) y la experiencia de la Asamblea Popular de 1971.

Sólo puede hablarse de independencia ideológica cuando el proletariado enarbola su propia estrategia: la revolución  proletaria.

La adopción por parte del sindicato de una línea revolucionaria será el resultado del proceso de maduración política de los trabajadores y no puede ser una imposición arbitraria.

En ese caso, se tendrá un sindicato revolucionario que, además de la lucha económica, liga ésta a la lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad, la instauración del socialismo que dará fin a la explotación sobre el proletariado y la opresión imperialista sobre el país.

3.- INSTINTO Y CONCIENCIA DE CLASE

 

El modo en que el proletariado produce su vida social determina su instinto y su conciencia de clase.

Por no ser propietario de los medios de producción y por producir socialmente, es instintivamente socialista.

La lucha instintiva es una reacción elemental, inmediata, no razonada, que, sin embargo, permite descubrir que la clase obrera se dirige hacia la sociedad sin clases.

La lucha elemental y sindical (instintiva) son indispensables para que los trabajadores acumulen la necesaria experiencia que les puede permitir adquirir conciencia de clase.

La experiencia en la lucha sindical contra los patrones es la base de la escuela política de los trabajadores.

Con la mediación partidista, en cierto momento, esa experiencia de lucha instintiva se trueca en consciente.

La conciencia de clase quiere decir que los explotados saben cómo son explotados, cómo pueden libertarse y qué métodos deben emplear para ello.

La clase obrera llega a ser consciente cuando expresa sus intereses generales, vale decir, sus intereses históricos, cuando se emancipa ideológicamente de la burguesía, cuando enarbola su propia finalidad estratégica, diferente al de las demás clases sociales, cuando desarrolla una política revolucionaria.

4.- EL PARTIDO POLÍTICO

Es otra de las organizaciones propias de proletariado, que aparece en cierto momento de la evolución de su conciencia, cuando ha logrado estructurarse como clase conciente.

El partido es la misma conciencia clasista. Expresa los intereses generales del proletariado, vale decir, su finalidad estratégica.

El partido político insertado en la clase la transforma radicalmente, las vuelve consciente.

Los que preconizan el apoliticismo y la neutralidad sindical frente al partido obrero, sirven al enemigo de clase, a la burguesía, cierran el camino a la política revolucionaria.

El proletariado para poder emancipar a la sociedad, tiene que emanciparse de la ideología burguesa, es decir, constituirse en clase que lucha para sí.

Esta emancipación se refiere a la influencia ideológica y organizativa de la burguesía.

El partido obrero es necesariamente una organización minoritaria, esto porque está constituida por revolucionarios profesionales y porque no es otra cosa que la estructuración partidista de la vanguardia de la clase obrera y no del conjunto de ésta.

Revolucionario profesional es aquel que domina el marxismo, conoce y maneja las reglas del arte de la conspiración, de la organización partidista, de la propaganda y de la agitación.

Los obreros más inteligentes, valientes y dotados de los indispensables atributos se lanzan a la lucha y se hacen revolucionarios profesionales.

Los partidos de obreros que desarrollan una política burguesa (buscan una fórmula gubernamental burguesa), no luchan por la emancipación del proletariado, sino porque éste continúe explotado, aunque de forma atenuada o encubierta.